miércoles, 20 de julio de 2011

SALIDA DE LA CÁRCEL

La salida de la cárcel se produjo en el mejor momento para Cecilio, pues coincidió con el fin de su condena y con el inicio de su libertad. Había planeado su salida a la perfección, ayudado de su inseparable amigo el Padre Benito. Todo estaba planeado milimétricamente. Esa mañana Cecilio, para no levantar sospechas, se levantó él, tal y como era costumbre en él cada vez que se incorporaba tras despertarse. Poco después se duchó con el resto de presos y tras hacer la maleta se dirigió a firmar los papeles de su liberad. Cuando firmó, el funcionario le dio la mano y mandó al guarda abrir la puerta. En ese momento de descuido y de relajación Cecilió aprovechó, y tal y como tenía calculado, corrió como una centella para escapar de entre aquellos muros que lo habían tenido preso durante 8 años.
Cuando se vió fuera, se dio cuenta de que con aquella maleta no podría llegar muy lejos. Aconsejado por el padre Benito que siendo, como había sido, experto en mudanzas, Cecilio llevaba consigo al menos una muda para mantenerse limpio, según habia aconsejado el párroco. Pero fuera muda o habladora, el caso es que el cadáver era demasiado pesado y tuvo que deshacerse de él. Para no levantar sospechas, una vez más, y no dejar un cuerpo que pudiera incriminarlo Cecilio compró una trituradora de papel, y se deshizo del cuerpo en un abrir y cerrar de ojos.
Con la muda en un contenedor de basura, y su nueva trituradora dirigió sus pasos a visitar, o más bien conocer, a su madre de la que habia sido arrancado en el momento de su nacimiento-detención.

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